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Dada la situación de derechos humanos en Honduras, CRLN proporcionará a sus miembros una actualización mensual de los problemas de derechos humanos que afligen al país.



  • Las autoridades hondureñas

    arrestaron a otro sospechoso del asesinato de Berta Caceres, Henry Javier Hernández Rodríguez, ex miembro del ejército hondureño,

    en Tamaulipas, México. La familia de Berta exige el arresto de los que planificaron el asesinato. Sin embargo, las autoridades hondureñas no parecen estar haciendo ningún esfuerzo para enjuiciar a los verdaderos autores intelectuales del asesinato de Berta.
  • Gustavo Castro, quien sobrevivió a un intento de asesinato cuando Berta Cáceres fue asesinada,

    presentó una acusación formal contra el Estado hondureño por violaciones a sus derechos humanos.

  • Global Witness publicó un informe que denuncia, tras una investigación de dos años,

    que 120 activistas ambientales han muerto desde el 2010 en Honduras y que en el centro del conflicto están las élites ricas y poderosas, entre ellas miembros de la clase política. Global Witness también denuncia que los Estados Unidos continua proporcionando ayuda de seguridad a Honduras a pesar de las continuas violaciones de derechos humanos cometidas por el estado hondureño . Sólo esta semana, los Estados Unidos dio los primeros fondos de la Alianza para la Prosperidad ($ 125 millones) al gobierno hondureño.
  • El presidente Juan Orlando Hernández está buscando una reforma al Código Penal y la introducción de nueva legislación que proporcionaría más poder a las fuerzas de seguridad del país. Además, con esta legislación, las fuerzas policiales, militares y de seguridad que matan o lesionan a los/las civiles en “defensa” estarían exentos de la justicia.

    CARITAS Honduras

    dijo que esta legislación llevaría al país de regreso a los años 80 cuando la oposición y los medios de comunicación fueron perseguidos y las prácticas de desapariciones forzadas ocurrieron regularmente.

    Amnistía Internacional critico las reformas propuestas al Código Penal.
  • Miriam Miranda y otros miembros del grupo cultural garífuna afro-hondureño OFRANEH fueron hostigados y amenazados por la Policía hondureña a principios de enero. La policía quería detener ilegalmente a Miranda y a otros tres defensores de derechos humanos, durante un puesto de control en La Ceiba. Miriam tiene medidas de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
  • El periodista Igor Padilla, fue asesinado en la parte norte de Honduras. Honduras es uno de los países más peligrosos y mortales del mundo para ser periodista. Padilla se convirtió en el 63º trabajador de los medios de comunicación asesinado desde el 2003. 50 de los 63 asesinatos ocurrieron desde el 2009, después del golpe de Estado, y 24 solo en el 2014 y 2015.
  • OFRANEH está luchando contra Indura Hilton, que quiere construir centros turísticos en sus tierras ancestrales en el norte de Honduras, y denuncia el papel de la Procuraduría General en otorgar acceso a esa tierra a Indura Hilton
  • Honduras celebró el Día Nacional de la Mujer el pasado 25 de enero, y las defensoras y organizaciones locales de derechos de las mujeres protestaron contra la continua violencia y discriminación contra las mujeres en el país.
  • El presidente Hernández está buscando activamente una reelección ilegal, prohibida por la Constitución hondureña, y está hostigando a la oposición. En la elección anterior, el Partido Nacional robó fondos del sistema de la Seguridad Social, dejando a los/las enfermos/as y las personas con pocos recursos económicos sin medicinas y tratamientos, para financiar su campaña política.
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Join us for an interfaith Lenten

series every Wednesday, March 1st-April 5th 3/1, 3/8, 3/15, 3/22, 3/29 & 4/5

6:30-7 PM Prayer & Faith-Rooting

7-8 PM Skills-Building Workshops on Community Organizing

All are welcome to attend EITHER or BOTH parts of each session!


WHERE:

Berry United Methodist Church, 4754 N Leavitt St

PRESENTING ORGANIZATIONS: Community Renewal Society, Chicago Religious Leadership Network, and more!

Event Date:
Wednesday, March 1, 2017 – 18:30

to

Wednesday, April 5, 2017 – 20:00

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Save the date for

ICIRR’s Annual Immigration Summit

on

March 4

th

from 9am-12pm

under the theme of

“The Road to Making a Welcoming Illinois.”


Join community leaders and member organizations as we hold elected officials

, including Congresswoman Jan Schakowsky, Representative Elizabeth Hernandez, Representative Scott Drury, and Cook County Commissioner Bridget Gainer accountable to creating a more welcoming Illinois for immigrants and refugees!

The day will include popular education workshops, networking to build power and more at: The Road to a Welcoming Illinois, ICIRR Summit 2017!


Where:

1901 W Carroll Ave, Chicago, IL 60612-2401



RSVP HERE

Event Date:

Saturday, March 4, 2017 –

09:00

to

12:00

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Mark your calendars for the 30th Anniversary of Pedal for Peace! Bike with us to raise funds for groups supporting health, education, and community organizing in Latin America and in Chicago. This is a great way to make a positive contribution to our global community!

To make this special anniversary year even more successful, there are a few changes in the event:


1) All bikers must pre-register online

here

!

This will facilitate the process on the day of the event and help us better plan for the fiesta. There will be an option for those who want to mail in a check to CRLN rather than pay online.


2) There will be a late fee if you register after September 9, so register soon!

All Pedal for Peace expenses are paid before the event, and this will help provide income to offset these costs. Even with a late fee, this is the least expensive event fee in town!


Main fiesta, program and north starting point:

Lincoln Park, Grove 13 — grassy area west of the Barry Ave. underpass to the Lakefront Bike Path. Look for the Pedal for Peace tables and flag banner by the path near the underpass.


Alternate starting point:

Dog Water Fountain at east side of the 55th St. underpass to the Lakefront Bike Path


Time:

1:00-5:00pm

See the attached project descriptions and information and pledge sheet to start collecting donors to support your ride, or click

here

for an online fundraising tool you can use to invite people to donate using social media.

Event Date:

Saturday, September 23, 2017 –

13:00

to

17:00

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2017-01-24_sanctuary-expanded-fb.png

(Photo credit// credito de la foto:


Mijente


.)



(Español abajo)

CRLN continues to fight for

meaningful

and

ongoing

practices of sanctuary at all levels, from our congregations and neighborhoods to schools and city government. Taking the lead from BYP100 and Mijente nationally, we are working with other Black, Latinx, and im/migrant community organizations in Chicago to

expand sanctuary

.

Together, we call for real sanctuary that provides protections for ALL communities directly impacted by attacks under the current administration.

While Chicago is publicly a “sanctuary city,” we believe that the current Welcoming Cities Ordinance does not go far enough to provide sanctuary for all residents.

Chicago has a history of over-policing, racial profiling, and criminalization, which has led to Chicago residents being put in deportation proceedings and in the prison system, even when the police do not directly cooperate with ICE.

As Janae E. Bonsu, National Public Policy Chair for the Black Youth Project stated at last month’s press conference to #ExpanSanctuary:

“Sanctuary – as the city of Chicago had defined it – doesn’t go far enough. Until the mayor and city council shows a real commitment to ending the criminalization of Black and Latinx people in policy and practice, sanctuary will remain an empty word to our people.”

Instead, we imagine a city where communities of color and undocumented communities do not face violence from either the police or immigration agents.

We imagine a city that directly challenges the larger systems of criminalization, mass incarceration, deportations and detention.

Join us in calling for the city of Chicago to strengthen the ‘Welcoming Cities Ordinance’ AND to vote in favor of the ‘


Recommendations to Fraternal Order of Police Contract Resolution


.’

To learn more about this campaign, to get involved, or to reach out to your alderperson in support of these policies, please contact the CRLN Immigration Organizer at


crodriguez@crln.org


.


Alerta de políticas publics: #ExpandSanctuary en la ciudad de Chicago

CRLN continúa luchando por prácticas significativas de santuario en todos los niveles, desde nuestras congregaciones y vecindarios hasta las escuelas y el gobierno de la ciudad. Tomando la iniciativa de BYP100 y Mijente a nivel nacional, estamos trabajando con otras organizaciones comunitarias, AfroAmericanas y negras, Latinx, y migrantes en Chicago para expandir el concepto de santuario.

Juntxs, pedimos practicas de santuario reales que proporcionen protecciones para TODAS las comunidades directamente afectadas por los ataques de la actual administración. Mientras que Chicago es públicamente una “ciudad santuario”, creemos que la actual ‘Welcoming Cities Ordinance’ (Ordenanza de Ciudades de Acogida) no va lo suficientemente lejos como para proporcionar un santuario para todos los residentes. Chicago tiene un historial de policiamiento excesivo, discriminación racial y criminalización, lo que ha llevado a los residentes de Chicago a ser sometidxs a procedimientos de deportación y al sistema penitenciario, incluso cuando la policía no coopera directamente con ICE.

Como dijo Janae E. Bonsu, Presidenta Nacional de Políticas Públicas para BYP100 en la conferencia de prensa del mes pasado para #ExpandSanctuary:

“Santuario – como la ciudad de Chicago lo ha definido – no va lo suficientemente lejos. Hasta que el alcalde y el ayuntamiento demuestren un compromiso real para poner fin a la criminalización de la gente negra y latina en la política y la práctica, el santuario seguirá siendo una palabra vacía para nuestra gente.”

En cambio, imaginamos una ciudad donde las comunidades de color y las comunidades indocumentadas no se enfrentan a la violencia ni de la policía ni de los agentes de inmigración. Imaginamos una ciudad que desafía directamente a los sistemas más amplios de criminalización, encarcelamiento masivo, deportaciones y detención. Únase a nosotros llamando a la ciudad de Chicago para fortalecer la ‘Welcoming Cities Ordinance’ Y votar en favor de las Recomendaciones a la Resolución de Contratos de la Orden Fraternal de Policía (‘


Recommendations to Fraternal Order of Police Contract Resolution


’).


Para obtener más información sobre esta campaña, para involucrarse o para comunicarse con su consejo local en apoyo de estas políticas, comuníquese con la organizadora de inmigración de CRLN en

crodriguez@crln.org

.

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Three CRLN staff and board members traveled to Honduras February 28 – March 8 together with La Voz de los de Abajo, one of CRLN’s partner groups. Below is a reflection by Sharon Hunter-Smith upon visiting two communities engaged in land recuperation as part of the National Center of Rural Workers.

Tegucigalpa and La Paz, Honduras; March 6, 2017




(Español Aqui)


Our group from Chicago stood staring at the rough wooden table, which held 2-dozen or so spent tear gas canisters plus a couple of bullet shells, collected by the 9

th

of July community from the area immediately surrounding the place where we stood. The largest one, designed to be fired from a rifle, was stamped “Made in U.S.A.” The connection between U.S. military and police aid to Honduras and the violent persecution of impoverished Honduran farmers was crystal clear in the objects before us.

The original rural community of 28 families has been tear gassed and evicted from their simple hand-built dwellings and cultivated land 26 times by the Honduran military or police. In the last surprise eviction on January 13, 2017, the police followed the fleeing people, even women and children, across the valley, shooting all the way. One man was shot in the leg and a pregnant woman miscarried after running away, panicked, from the “security” forces. They also tore down and burned houses, stole or burned possessions and tools left in and around the houses, and cut down some of the fruit trees and crops. Since then, the women and children, have moved to a nearby community while the men have re-occupied the land.

“Thanks be to God that we continue to live on this land,” said one man. After each violent eviction, the community’s commitment is to return and resettle on the land within 24 hours of being pushed off, rebuilding houses and restoring crops as they are able. The bravery and endurance that this strategy demands is fed by their hope of land ownership. They experience other threats in the form of arrest warrants against them and death threats from the national or military police. “Every time we receive a group of international people who are in solidarity with us, it gives us the strength to keep going on with our struggle,” said another.

This community of formerly landless people, organized by the Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC–National Center of Rural Workers), settled this abandoned and desert-like land in 2010. They dug trenches and bought plastic pipes to carry water for irrigation and drinking water from a spring 3 kilometers away. They planted fruit trees and other crops to feed their families. A dry hillside turned green and provided a way to make a living. The CNTC works with 203 other communities, like 9

th

of July, who are reclaiming land and putting it to good use in 14 of the 18 Honduran departments (what in the U.S. would be called states).

The National Agrarian Reform Law provides that idle land fit for farming can be expropriated and awarded to indigent and landless persons by the government, but this does not happen often. To force the issue and obtain the land essential for rural people to support themselves and their families, the CNTC works with landless people to settle and plant on unused, undeveloped or abandoned land. The occupants then file for title to the land under the Agrarian Reform Law with Honduran National Agrarian Institute (INA).


The 9

th

of July community is the most persecuted of all the CNTC communities, but others usually are evicted at least several times in their struggle to obtain land. How long do they have to be on the land before they are granted a title? “We don’t know with this administration. They are not on our side,” answered one man. Some of the CNTC communities have lived and worked on their land for 15-20 years and still do not have title.

Putting this into an even larger context for us, CNTC Director Franklin Almendares explained that 64% of Honduran people are rural, impoverished, and displaced or facing displacement from their land for lack of a title to it. 46% live in extreme poverty. “We are not poor—our land is rich—but we are impoverished, because they throw us off the land on which we live and farm. They want to annihilate those who speak out, who protest, who object to and challenge this system.” At the same time, Almendares pointed out, when large corporate landowners take land without having title to it, the government is complicit with their actions and grant them titles.


Visiting a second land recuperation project, CNTC organizers led us to a piece of land on a plantation that had been abandoned for decades, its owner living in Tegucigalpa.14 young men and boys, most in their teens and early twenties, had arrived on the land 11 days earlier at night.They had made pup tents from pieces of plastic and canvas held up by sticks for shelter, and had begun clearing trees so that they could begin to create fields to plant. The youngest among them appeared to be around 11 years old. They seemed wary and shy,  vulnerable and scared. Most did not talk to us, letting the CNTC organizers explain to us their situation.

All wanted to acquire some land to work on and have something to hope for. They eventually wanted to start a family and needed a way to support them. Without land, they had no hope, and without hope, they had no reason to live.

The CNTC organizers used our visit as a training for these young people—how to receive an international group, how to present themselves. They had coached the leader of the group to introduce himself with a brief description of their objectives in occupying this land. He told us that after arriving, they did not sleep for three nights, worried that the police would find them and evict them. They also had not slept outside before with insects and snakes in the area, and they were getting used to that. With encouraging words, the CNTC organizers told the group that eviction is just a passing misfortune on the way to acquiring land and homes and community. Every group had experienced this, and many had eventually earned their titles. They must work and have hope that they, too, will be successful one day, because this path is the only one that offers them any hope.


What can those of us in the U.S. do to stop the persecution of communities working with the CNTC?

Call your Congressional Representative’s office, ask to speak with or leave a message for the staff responsible for foreign policy, and request that they co-sponsor H.R. 2199, the Berta Cáceres Human Rights in Honduras Act.

This would suspend all U.S. security aid to Honduras, including equipment and training, until they cease their human rights violations. We must stop U.S. funding that enables Honduras to use violence against its own people, people who only want a chance to support their families and contribute to the life of their communities!

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Tres miembros del personal y la junta de directores de CRLN viajaron a Honduras del 28 febrero al 8 marzo junto con La Voz de los de Abajo, uno de los grupos asociados de CRLN. A continuación se presenta una reflexión de Sharon Hunter-Smith sobre la visita de dos comunidades dedicadas a la recuperación de tierras como parte del Centro Nacional de Trabajadores Rurales.

Tegucigalpa y La Paz, Honduras; 6 de Marzo del 2017

Nuestro grupo de Chicago se quedó mirando la tosca mesa de madera, en la cual habían dos docenas o más de latas de gas lacrimógeno, además de un par de proyectiles de bala, recogidos por la comunidad del 9 de julio en la zona que rodeaba el lugar donde estábamos. El más grande, diseñado para ser disparado desde un fusil, fue estampado “Hecho en EEUU”. La conexión entre el ejército estadounidense y la ayuda policial a Honduras y la violenta persecución de campesinos empobrecidos hondureños fue clara en los objetos que teníamos ante nosotros.

La comunidad rural original de 28 familias ha sido desgastada por gases lacrimógenos y desalojada de sus sencillas viviendas construidas a mano y tierras cultivadas, 26 veces por el ejército o la policía hondureña. En el último desalojo sorpresivo del 13 de enero de 2017, la policía siguió a los fugitivos, incluso mujeres y niños, a través del valle, disparando hasta el final. Un hombre recibió un disparo en la pierna y una mujer embarazada sufrió un aborto después de salir corriendo, presa del pánico, de las fuerzas de “seguridad”. También derribaron y quemaron casas, robaron o quemaron posesiones y herramientas dejadas en y alrededor de las casas, y cortaron algunos de los árboles frutales y cosechas. Desde entonces, las mujeres y los niños, se han trasladado a una comunidad cercana mientras que los hombres han re-ocupado la tierra.

Esta comunidad, la cual no tenía tierra antes, organizada por el Centro Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), se instaló esta tierra abandonada y desértica en el 2010. Ellos cavaron trincheras y compraron tubos de plástico para llevar agua para riego y agua potable de una fuente a 3 kilómetros de distancia. Plantaron árboles frutales y otros cultivos para alimentar a sus familias. Una ladera seca se volvió verde y proporcionó una manera de ganarse la vida. La CNTC trabaja con otras 203 comunidades, como la 9 de julio, que reclaman tierras y la aprovechan en 14 de los 18 departamentos hondureños (lo que en los Estados Unidos se llamaría estados).

La Ley Nacional de Reforma Agraria dispone que las tierras desocupadas aptas para la agricultura pueden ser expropiadas y otorgadas a personas indigentes y sin tierra por el gobierno, pero esto no ocurre con frecuencia. Para forzar el tema y obtener la tierra esencial para que la gente rural se mantenga a sí misma y a sus familias, la CNTC trabaja con gente sin tierra para asentarse y plantar en tierras no utilizadas, subdesarrolladas o abandonadas. Los ocupantes se declaran a favor del terreno bajo la Ley de Reforma Agraria con el Instituto Nacional Agrario de Honduras (INA).

La comunidad del 9 de julio es la más perseguida de todas las comunidades de la CNTC, pero otras generalmente son desalojadas por lo menos varias veces en su lucha por obtener tierras. ¿Cuánto tiempo tienen que estar en la tierra antes de que se les conceda un título? “No sabemos con esta administración. No están de nuestro lado “, respondió un hombre. Algunas de las comunidades CNTC han vivido y trabajado en sus tierras durante 15-20 años y aún no tienen título.

El director del CNTC, Franklin Almendares, explicó que el 64% de la población hondureña es rural, empobrecida y desplazada o que se encuentra desplazada de sus tierras por falta de un título. El 46% vive en extrema pobreza. “No somos pobres, nuestra tierra es rica, pero estamos empobrecidos, porque nos echan de la tierra donde vivimos y cultivamos. Al mismo tiempo, señaló Almendares, cuando los grandes terratenientes corporativos toman tierra sin tener título, el gobierno es cómplice de sus acciones y les concede títulos.

Visitando un segundo proyecto de recuperación de tierras, los organizadores de la CNTC nos llevaron a un terreno en una plantación que había sido abandonada por décadas, su dueño viviendo en Tegucigalpa. 14 jóvenes y niños, la mayoría en la adolescencia y principios de los veinte, habían llegado 11 días antes por la noche. Habían hecho tiendas a partir de piezas de plástico y lona sostenidas por palos para refugiarse, y habían comenzado a limpiar los árboles para que pudieran comenzar a crear campos para plantar. Los más jóvenes de ellos parecían tener alrededor de 11 años. Parecían cautelosos y tímidos, vulnerables y asustados. La mayoría no nos habló, dejando que los organizadores de la CNTC nos explicaran su situación.

Todos querían adquirir un terreno para trabajar y tener algo que desear. Eventualmente, querían formar una familia y necesitaban una forma de apoyarlos. Sin tierra, no tenían esperanza, y sin esperanza, no tenían razón para vivir.

Los organizadores de la CNTC utilizaron nuestra visita como una capacitación para estos jóvenes- cómo recibir un grupo internacional, cómo presentarse. Habían entrenado al líder del grupo para presentarse con una breve descripción de sus objetivos en la ocupación de esta tierra. Nos dijo que después de llegar, no durmieron tres noches, preocupados porque la policía los encontraría y los desalojaría. También no habían dormido afuera antes con insectos y serpientes en la zona, y se estaban acostumbrando a eso. Con palabras alentadoras, los organizadores de la CNTC dijeron al grupo que el desalojo es sólo una desgracia pasajera en el camino hacia la adquisición de tierras, hogares y comunidad. Cada grupo había experimentado esto, y muchos habían ganado sus títulos. Deben trabajar y tener esperanza de que ellos también tengan éxito un día, porque este camino es el único que les ofrece alguna esperanza.

¿Qué podemos hacer nosotros los de Estados Unidos para detener la persecución de las comunidades que trabajan con la CNTC? Llame a la oficina de su Representante del Congreso, pida hablar con el personal responsable de la política exterior o deje un mensaje y solicite que co-patrocinen la Res. H. 2199, Ley de Derechos Humanos en Honduras de Berta Cáceres. Esto suspendería toda la ayuda de seguridad de los Estados Unidos a Honduras, incluyendo equipo y entrenamiento, hasta que cesen sus violaciones de derechos humanos. Debemos detener la financiación estadounidense que permita a Honduras usar la violencia contra su propio pueblo, personas que sólo quieren una oportunidad para apoyar a sus familias y contribuir a la vida de sus comunidades.

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Rep. Hank Johnson reintroduced the Berta Caceres Human Rights in Honduras Act in the 115th Congress as House Resolution 1299 (HR 1299) on March 2, the first anniversary of the slain indigenous rights, feminist, and environomental activist. The bill would suspend all U.S. military and police aid to Honduras, including equipment and training, until basic human rights conditions are met. The Honduran police and military have been implicated in hundreds of human rights violations since the 2009 overthrow of the government, and we should not be supporting them with our tax dollars.


We have an amazing opportunity in the two years of the 115th Congress (2017-18) to generate enough support for this bill to get it passed

. Already, Representatives Schakowsky, Lipinski, Gutierrez, Rush, and Davis from Illinois have signed on to co-sponsor. Here are three good reasons you might give us permission to sign your name on a letter to your Representative in support of this resolution, which CRLN staff will deliver when we are in DC for Ecumenical Advocacy Days:


  1. Berta’s family supports this bill

    , and we in CRLN believe in supporting the survivors of human rights abuses. Two of the suspects arrested in connection with Berta’s murder worked in military intelligence and were trained at the U.S. Army School of the Americas, and Berta’s family believes the intellectual authors of the crime occupy positions at the highest levels of government. Withdrawing financial support, along with communicating the reasons for doing so, would be a blow to these forces and might weaken their position within Honduras.

2.

The social movements

in Honduras (LGBT, women, Indigenous, Garifuna, labor unions, environmentalists, small farmers), and the          journalists who cover them,

are under constant threat of violence,

and we in CRLN want to do everything in our power to send the message that they have international solidarity in these dangerous times. There have been credible allegations by an army defector of the existence of death squads within the Honduran military who have received U.S. training and who have a hit list of prominent social movement leaders. We need to stop U.S. training that results in assassinations.

3.

The current President, Juan Orlando Hernandez, and his administration and political party are riddled with corruption. He has been named by a drug trafficker leader on trial in New York as receiving bribes from his cartel, with Hernandez’ brother acting as liaison

. His National Party stole hundreds of millions of dollars from the national health insurance system to fund his first campaign. He will run again for President this fall, which violates the Constitution; and he fired four Supreme Court justices who objected and appointed four who were in favor of his re-election bid in order to be able to run again. The U.S. should not reward with funds someone who seems willing to benefit himself at the expense of his country.

For further reading, here are some recent articles on Honduras:

By Berta Caceres’ nephew on the anniversary of her assassination:


“Berta Cáceres court papers show murder suspects’ links to US-trained elite troops”


https://www.theguardian.com/world/2017/feb/28/berta-caceres-honduras-military-intelligence-us-trained-special-forces

By Steven Dudley of InSight Crime on Honduran presidents’ link to gangs:

Another Day, Another Damning Testimony of Elites by Honduras Trafficker


“Protesters in DC confront Honduran president over Berta Cáceres murder”:

https://www.theguardian.com/world/2017/mar/21/berta-caceres-murder-honduras-juan-orlando-hernandez-dc

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